28 diciembre, 2007

Ciclismo de Alto Voltaje!

11 diciembre, 2007

El Zen de Roberto Fontanarrosa

La Planicie de Yothosawa
Una documental IMPERDIBLE!!!...


Sobre Ideas y Diseños de ROBERTO FONTANARROSA
Realización: H. Vieytes

La Sabiduría de Inodoro Pereyra

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Inodoro Pereyra (el renegáu) es una hisotrieta argentina creada en 1972 por el dibujante rosarino Roberto Fontanarrosa (foto), que trata sobre la vida de un gaucho solitario de la pampa argentina.



Alguna vez el personaje se presentó a sí mismo diciendo: soy Pereyra por mi mama, e Inodoro por mi tata, que era sanitario.


Apareció por primera vez a fines de 1972, en la revista de humor popular Hortensia, de Córdoba, una usina de talentos de los principios de los años setenta.
La historieta era, originariamente, una parodia en la que se exageraban los giros lingüísticos y los estereotipos terruñales; además era, gráficamente, más elaborada. En toda esa etapa, Inodoro se convertiría en anfitrión pampeano de diversos y extraños visitantes, mientras se perfilaba, ya como una constante, el que sería su ladero insuperable, Mendieta, un perro de raza desconocida que acompañaría a su amo en sus andanzas, compartiendo con él razonamientos.
Luego pasó por las revistas Mengano y Siete Días, con aventuras por entregas, donde Mendieta (quien, según relató una vez, en realidad era un "cristiano emperrado por un inoportuno eclipse de luna") ganará letra y estatura de coprotagonista. Ahí crece la peripecia en episodios de largo desarrollo y falso suspenso de folletín, con el héroe siempre en busca de nuevas aventuras.
Finalmente, en 1976 Inodoro se instala, junto su obesa compañera, Eulogia Tapia, y el Mendieta, su perro, en el diario Clarín de Buenos Aires, donde vuelven a ser historias unitarias, alejándose progresivamente del vértigo aventurero, y con el incremento de una esgrima verbal mayor, sutil, y sin pausa (cuadro a cuadro).
Luego de pasar por diferentes secciones, la historieta se incorpora a Viva, la revista dominical del matutino. Es ahí donde Inodoro se aquieta, anclado en su rancho de adobe (con un único árbol), con su mujer, su perro y su chiquero, los que serían sus únicas posesiones.
Las tiras de Inodoro Pereyra fueron también publicadas en forma de libro por Ediciones de la Flor (la misma editorial que publicó las tiras de Mafalda)



A diferencia de lo que ocurre en otras historietas, en estas tiras el remate suele ser secundario, dado que el efecto humorístico no se sintetiza exclusivamente en el final sino en la vertiginosa acumulación de chistes previa: el ideal es una ocurrencia por cuadrito.
Tanto el remate como muchos de los chistes intermedios están a cargo de Mendieta, que funciona como la conciencia sensata (suele decir "Negociemos, don Inodoro") en estas historias de humor errático y absurdo. Además, la comicidad de esta tira reside en el lenguaje, ya que Inodoro Pereyra realiza muchos juegos de palabras.



FRASES INOLVIDABLES

"Endijpué de tantos años, si tengo que elegir otra vez, la elijo a la Eulogia con los ojos cerrados. Porque si los abro elijo a otra".

- Dígame don Inodoro ¿usté está con la Eulogia por alguna promesa?

- Mendieta, uno se deslumbra con la mujer linda, se asombra con la inteligente... y se queda con la que le da pelota.

- Vago no soy, quizá algo tímido para el esjuerzo.

- Estoy comprometido con mi tierra, casado con sus problemas y divorciado de sus riquezas.

- ¿Y usted cómo se gana la vida? - ¿Ganar? ¡De casualidá estoy sacando un empate!

- ¿No andará mal de la vista, don Inodoro? - Puede ser. Hace como tres meses que no veo un peso.

- ¿Por qué esta agresión gratuita? - ¡Si quiere se la cobro!

- El pingüino es monógamo. - ¿Y por qué cree que le dicen Pájaro Bobo?

- Con la verdá no ofendo ni temo. Con la mentira zafo y sobrevivo, Mendieta.

- La historia lo juzgará. Pero tiene el mejor de los abogados: el olvido.

- Eso de "hasta que la muerte los separe" es una incitación al asesinato.

- Acepto que la Eulogia es fulera, pero es de las que demuestran la beyeza por el absurdo.

- Usté no está gorda, Eulogia. Es un bastión contra la anorexia apátrida.

- ¿Puede una persona disaparecer de a pedazos? Porque a la Eulogia le desapareció la cintura.

- Pereyra, míreme a la cara. -¿Por qué este castigo, Eulogia? ¿Por qué tanta crueldá?

- La Eulogia es, lejos, la mejor prienda que conocí en mi vida. Bien lejos... 20, 30 kilómetros. De cerca es así, jodida...

- La Eulogia es una santa. No como mi cuñada que sufre el Síndrome de la Abeja Reina. Se cree una reina y es un bicho.

- A veces la picardía crioya es sólo desesperación, Mendieta.

- Ahura hay fertilización asistida. Vea el caso de la señora del viejo Aredes. Quedó embarazada. En el pueblo se comenta que al viejo lo ayudaron.

- ¡Mire esta vaca, Serafín! Musa inspiradora de miles de composiciones escolares... ¡Y ahora es acusada de traficante de colesterol por el naturismo apátrida! Nos da su leche, su carne, su cuero. ¡Lo quiero ver a usté haciéndose una campera de zapayitos!

- La muerte nivela a güenos y malos, don Inodoro. Lo malo es que nivela pa' bajo.

- No tenemos que copiar las cosas malas de ajuera, Lloriqueo. ¡Nosotros tenemos que crear nuestras propias cosas malas!

- Estuvo divertido el pesebre viviente este año, Mendieta.

- Bien la vaca. Algo sobreactuado el burro.

- Soy crítico meteorológico, señor. La tormenta de anoche. "Floja iluminación de los relámpagos, yuvia repetida, escenografía pobre y pésimo sonido de los truenos en otro fiasco de esta puesta en escena de Tata Dios. Una típica propuesta de verano, liviana, pasatista, para un público poco exigente".

- ¡No me diga que va a barrer, Pereyra! ¡La última tarea doméstica que hizo jué doblar una serviyeta!

- Yo no quiero ser irrespetuoso, Eulogia, pero lo que ha hecho Tata Dios con usté es abuso de autoridá.

10 diciembre, 2007

El Gran Dictador (1940): Profecía?

El Gran Dictador (Discurso Final)


“Había que reírse de Hitler”

Con esta frase, una auténtica declaración de principios, Chaplin llegó a expresar muchos matices que concentran la génesis y desarrollo de El gran dictador, una de las cimas de un cierto tipo de cine “político” y, ante todo, un film valiente, transgresor y moderno que, adelantándose irremediablemente a su tiempo, sigue sorprendiendo por la virulencia y lucidez con que desenmascara no sólo los regímenes fascistas de Europa en los años 30-40, sino también cualquier forma de autoridad desmesurada que ejerce su superioridad sobre los sectores más débiles e indefensos. La restauración y reposición de esta cinta nos vuelve a descubrir al gran intelectual que fue Charles Chaplin.

Hay que reparar en un hecho poco recordado de El gran dictador, y es la valentía a la que nos hemos referido antes. El año de estreno, 1940, nos dice muchas cosas a este respecto. Haciendo un repaso histórico grosso modo, cuando se estaba rodando la película (que empezó a escribirse en 1937), aún no había estallado la Segunda Guerra Mundial. Alemania y la URSS habían firmado un Tratado que garantizaba la no agresión, Inglaterra y Francia asistían impávidas a las veloces anexiones territoriales de Hitler, Estados Unidos ni siquiera sabía lo que sucedía en Europa, y Hitler era, en definitiva, un gran estadista que había liderado la recuperación moral y económica de una Alemania fracasada en su intento de democracia de Weimar. En este sentido, toda la obviedad crítica que puede contener hoy la película no era tal, ni mucho menos, en la época en que se rodó. El caso de Chaplin es único en denunciar de una manera tan contundente y clara el régimen de Hitler en esas fechas e incluso en preconizar las aspiraciones políticas reales del dictador (la citada escena del globo terráqueo). Si no tenemos en cuenta estas circunstancias, es difícil (e incluso, con todo, resulta extraño aún) comprender las dificultades para estrenar el film.

El mismo Chaplin lo cuenta en su autobiografía:
“Cuando estaba a mitad de rodaje de The Great Dictator empecé a recibir alarmantes recados de la United Artists. Les habían advertido por mediación de la Hays Office que tendría roces con la censura. También la oficina de Londres estaba muy preocupada con respecto a una película antihitleriana y dudaba que pudiera ser proyectada en Inglaterra. Pero yo estaba decidido a continuar, pues había que reírse de Hitler. Si hubiera tenido conocimiento de los horrores de los campos de concentración alemanes no hubiera podido rodar The Great Dictator: no habría tomado a burla la demencia homicida de los nazis. Sin embargo, estaba decidido a ridiculizar su absurda mística en relación con una raza de sangre pura (…) De Nueva York llegaban más cartas llenas de preocupación rogándome que no hiciera la película y afirmando que no se exhibiría ni en Inglaterra ni en América. Pero yo estaba decidido a hacerla, aun cuando tuviera que alquilar por mi cuenta salas para proyectarla”.

La rapidez de los acontecimientos en la guerra, la pronta apertura de nuevos frentes y la consecuente toma de posiciones, confirmaron el acertado punto de vista de Chaplin al denunciar la megalomanía fascista. No obstante, esta osadía de Chaplin supondría el principio definitivo de sus problemas en EE.UU. que películas posteriores como Monsieur Verdoux o Candilejas convertirían en irreversibles. EEUU lo acusaría de socialista.

Francia y Gran Bretaña habían declarado la guerra a Alemania el 3 de septiembre de 1939, dos días después de la invasión de Polonia por parte del ejército nazi (y pocos días antes del inicio del rodaje de El gran dictador). Entre los meses de mayo y junio de 1940, Alemania invadiría Dinamarca, Noruega, Holanda, Bélgica y Francia. Italia entraría en guerra el 10 de junio, iniciando poco después la invasión de Egipto. El gran dictador se estrena el 15 de octubre de 1940 en medio de fuertes presiones y críticas, pero se convierte de manera inmediata en un gran éxito de crítica y público. Los Estados Unidos no entrarán en el conflicto hasta el diciembre de 1941, tras el bombardeo de la base de Pearl Harbour por parte del ejército japonés, aliado de Alemania en el Pacífico.

02 diciembre, 2007

El profeta del Subte!

Linea B de Subte, Ciudad de Buenos Aires. 2007.
Dice mil verdades y cosas que nadie quiere escuchar!
Parte 1: Presentación. Por qué vivimos así.


Parte 2: Recuerdos...


Parte 3: Los argentinos somos todos ladrones...


Parte 4: Las tierras del pais y la gente del campo...

Cuanto mas se intenta, peor es...

El terrible caso del conductor de Tv Eric Hartman y una risa que le costó caro...

01 diciembre, 2007

Condorito

Dueños de un humor ingenioso, sano y divertido, Condorito y sus amigos representan fielmente la idiosincrasia del hombre latino.

Han sabido trascender las fronteras para encontrar una cálida acogida en el corazón del mundo hispanoamericano, donde han logrado alcanzar un alta popularidad, entre todos los cómics de habla hispana.

Actualmente el número de lectores de la revista, sobrepasa los 82 millones anuales.
Pagina oficial: http://www.condorito.cl/

Superdesconfianza


Curiosos Migitorios


Pasado... futuro...

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Esas grandes preocupaciones...